A la hora de identificar los problemas que reducen el confort y la calidad en las viviendas es habitual encontrar el temor entre inquilinos y propietarios de tener que realizar molestas catas y costosas pruebas para localizar y reconocer la fuente de estos daños.

 

Sin embargo existen herramientas no invasivas que nos brindan la posibilidad no sólo de localizar el origen sino también de darnos información precisa sobre la naturaleza y extensión de los daños: datos que al ojo humano son inapreciables.

Se trata de la termografía infrarroja.

 

Qué es la termografía

La termografía es la técnica de adquisición y análisis de la información térmica por radiación infrarroja de ondas electromagnéticas obtenida mediante las cámaras termográficas, que capturan esa información mediante imágenes térmicas a distancia.

 

 

Esta técnica es fundamental y necesaria para realizar un diagnóstico exacto del estado de los inmuebles y para la localización de todos los puentes térmicos, que es por donde se escapa la temperatura que intentamos mantener en nuestras casas.

Se trata de un proceso de inspección no invasivo ni destructivo mediante el cual la radiación térmica se traduce en imágenes.

Gracias al diagnóstico de la termografía vamos al problema concreto, permitiendo olvidarnos de esas obras de reforma en las que aparece el mismo problema una y otra vez.

 

Los 5 usos más importantes de la termografía en una vivienda

Las aplicaciones de la termografía son muy extensas: desde la medicina a la electricidad pasando por la psicología, las ciencias ambientales o la fisioterapia deportiva. Los técnicos termógrafos de HQH destacan 5 cualidades imprescindibles de la termografía aplicada a la edificación y la eficiencia energética:

 

 

1. Para detectar y evaluar humedades

2. Para realizar un estudio energético real

3. Para encontrar fugas de agua y rotura de tuberías

4. Para ver el estado del aislamiento

5. Para localizar sumideros térmicos y acústicos

 

Existen otras herramientas no invasivas que resultan grandes aliadas de la termografía y que en HQH utilizamos como complementos de gran utilidad en nuestros estudios. Con el termohigrómetro tomamos medidas de las temperaturas del aire interior y exterior y de la humedad relativa, que nos dan la oportunidad de medir luego con las cámaras termográficas las temperaturas exactas superficiales de todos los paramentos, paredes, vidrios y carpinterías.

 

 

 

Con el análisis de estos termogramas se consiguen mediciones exactas de la temperatura superficial de todos los elementos que presenten alguna anomalía para su comparación con los elementos de su alrededor, determinando así la gravedad del problema.

El test Blower Door —sobre el que hablaremos en futuras ocasiones— nos permite localizar infiltraciones de aire no deseadas.

 

La termografía como herramienta de ahorro y eficiencia energética

[Tweet «Gracias a la termografía conseguimos un ahorro directo en nuestro consumo de energía»]

 

Al lograr una solución definitiva del problema sin parches ni soluciones rápidas no nos tendremos que enfrentar a futuros gastos imprevistos. Con una inversión mínima en el uso de esta técnica podrás conseguir un ahorro muy importante y reducir la hipoteca energética.

 

 

¿Cómo aumenta la termografía el valor de mi vivienda?

[Tweet «Un buen estudio termográfico aporta más valor a tu vivienda»]

 

Conseguir una buena eficiencia energética es algo que garantiza una vivienda libre de gastos extras en energía y libre de una costosa hipoteca energética.

A la hora de vender una vivienda es un valor añadido. Con un estudio termográfico se garantiza que tu vivienda esté libre de los problemas que puedan provocar un derroche de energía, contaminen el aire, perjudiquen tu salud e incrementen innecesariamente la factura energética.