Nos solemos preocupar de la decoración de nuestro hogar. Buscamos materiales de calidad, damos una iluminación diferente dependiendo de la habitación, planificamos el espacio, elegimos un estilo dependiendo de nuestra personalidad, elegimos mobiliario, complementos…Una vez finalizada la tarea, solemos estar a gusto con los resultados.
Pero lo que dejamos pasar por alto es la comprobación del estado real de la vivienda. Si tenemos humedades, infiltraciones de aire o agua, ruidos molestos, puentes térmicos, un mal aislamiento, con el excesivo consumo energético que estas alteraciones provocan.
Con la termografía vamos a saber como está realmente nuestra casa, para poder corregir los defectos importantes que son invisibles para nosotros y nos arrebatan confort y euros de manera incesante. Es la única forma de tener una casa bonita por dentro y por fuera, a la vez de sana y eficiente.
Fotos termográficas que descubren los defectos ocultos en las viviendas
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