En España se suele ignorar la capacidad energética de los inmuebles, pese a afectar gravemente a nuestros bolsillos. La cruda realidad es que apenas un 5% de las casas obtiene una calificación energética A, B, C o D. La diferencia económica, entre tener un inmueble de unos 100 metros cuadrados con letra G, a tenerlo con letra A, puede suponer un gasto adicional de unos 2300 € al año.
Pero no tenemos una conciencia ecológica en los hogares, aunque la solución sea muy fácil. Bastaría con mejorar la envolvente térmica del inmueble (es la piel que protege el edificio del exterior). Con ello conseguiríamos pasar, de tener una etiqueta G, a una B fácilmente, ya que con la Termografía y la Blower Door nos aseguramos que su aislamiento sea el correcto. Y también conseguiríamos con ello rebajar las emisiones de CO2 sobre un 80%. Transformamos las viviendas en hogares de consumo casi nulo (ECCN).
Debemos de tener conciencia de ello, para poder actuar sobre el cambio climático, cuanto más tardemos en tomar medidas, los efectos que producen las mayores concentraciones de los gases serán menos reversibles.
Si desea tener más información sobre Termografía y Blower Door, descarga nuestra presentación:
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